En 1915 una compañía, propiedad de tres norteamericanos, compró 4 869 cab., 9 cordeles de tierras, equivalente a unas 65 343 hectáreas, 35 áreas, bajo el nombre de Sociedad Anónima Finca San Rafael.
Esta compañía practicó la tala raza de la flora de Guanahacabibes. En ella existían concesionarios explotadores como: Fito Rego, Marcelino Rodríguez, Antonio Garrido, en La Jarreta y Juan Colmenares, de La Jarreta a La Furnia en el Cabo Corriente por poner dos ejemplos.
La familia del Busto era arrendataria; Genaro del Busto se dedicaba a la explotación de madera, que aserraba en una sierra de su propiedad, ubicada en La Jarreta. Extraía del bosque cujes para el proceso de cultivo de tabaco negro y la producción de carbón.
La madera se cortaba y se exportaba a través de la vía marítima. para esto se utilizaba una lancha a remolque con dos bongos: El Sábalo de Marcelino Rodríguez y los barcos: El Fajul, El Oliva, El Glenda y La Evangelina.
Los barcos cargaban madera en bolo, cujes, carbón y madera aserrada y en pequeñas cantidades de miel, majaguas y sogas.
La madera y los subproductos del bosque se trasladaba de La Península de Guanahacabibes a La Fe, Arroyos de Mantua, Santa Lucia y desde estos destinos, la madera se enviaba a La Habana, a través de los barcos de cabotaje de las navieras que operaban hacia la localidad de Vueltabajo por la costa norte.
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